Esta fecha marca un hito de especial relevancia para la familia Torrent, ya que, a través de la redacción y firma de un protocolo familiar, en el cual se plasma una filosofía que traspasa el plano meramente empresarial, se establecen las bases que garantizan no sólo la perdurabilidad en el tiempo del grupo empresarial, sino la solidez de unos valores que han acompañado a todas las generaciones Torrent. Este mismo año se adquieren las oficinas centrales sitas en el centro de Córdoba y se presenta el Grupo Torrent, bajo cuyo paraguas estratégico se desarrollarán diversas actividades paralelas a Aceitunas Torrent.